martes, 22 de mayo de 2007

Veiled Sentiments


A Bedouin Jewel, originally uploaded by BidWiya.

Veiled Sentiments es una preciosa etnografia escrita por Lila Abu-Lughod, antropóloga que también se dedica a la docencia en la Universidad de Nueva York, y una de las más respetadas en el campo de los estudios sobre Medio Oriente.

Con esta obra, la autora pretende fomentar una mayor comprensión entre occidentales y orientales, y su forma de conseguirlo es ofrecer una visión amplia del funcionamiento de una comunidad de beduinos llamada Awlad 'Ali. Su intención es acabar con imágenes simplistas sobre sociedades como éstas, e indagar en su complejo funcionamiento, teniendo una visión más completa de éste.

Dentro de una sociedad regida por un código de honor y modestia con capacidad de ejercer un gran poder sobre las conductas de los individuos, la autora nos descubre los
ghinnawas, pequeños poemas que los beduinos (más a menudo las mujeres) recitan o cantan en situaciones cotidianas. Los ghinnawas forman parte de la literatura oral beduina, y son muy valorados por las comunidades.

La obra trata de analizar esta sociedad teniendo en cuenta la gran importancia de los
ghinnawas y encontrando el lugar que ocupan, pues estos pequeños poemas, además de ser obras de arte, representan una subversión del sistema establecido. Una subversión artística muy marcada culturalmente, de tal manera que los sentimientos también aparecen cubiertos por un velo a través de estos poemas, ya que quienes los recitan suelen ocultar su autoría en caso de que un ghinnawa se eschuche fuera de la intimidad.

Veiled Sentiments tiene una hermana que nació de la inquietud de Lila por mostrar con más detalle la vida diaria de la comunidad Awlad 'Ali y de reflexionar sobre su tarea etnográfica. Esta es Writing Women's World.

Para aquell@s interesad@s en una reflexión sobre antropología, feminismo y Medio Oriente, Lila publicó más recientemente
Remaking Women: Feminism and Modernity in the Middle East, en la cual da una visión novedosa al respecto, principalmente porque todos sus argumentos tienen origen en una gran empatía hacia las sociedades estudiadas.

Veiled Sentiments es una obra encantadora y por eso he querido dedicarle este pequeño espacio, sólo tiene un inconveniente, y es que no ha sido traducida al español ¡Ánimo que vale la pena!

domingo, 20 de mayo de 2007

Economías

Publicado el Viernes 18 de mayo en diario "El País"
Este artículo me llamó la atención porque aplica algo que me sudece a mí en el día a día a sucesos a gran escala, y lo mejor es que encuentro que esta reflexión no está muy desencaminada.
En mi pequeña vida, lo que sucede es que cuando más cosas importantes tengo que hacer -dígase trabajos de la universidad, libros que leer, etc.- más me preocupo de pequeñeces como limarme las uñas o, por ejemplo, decidirme a escribir una entrada en el blog, algo para lo que no siempre tengo ganas o empeño suficiente. Pues ahí va esta maravillosa lógica de nuestras acciones aplicada a la actualidad...


Juan José Millás
No es raro que en momentos de grandes tribulaciones personales nos dé por ocuparnos de cuestiones insignificantes, como la de ese botón de la camisa que está a punto de caerse. Es célebre el caso del condenado a muerte que se queja de la hora a la que le han obligado a levantarse para conducirlo a la horca. Al irritarse por el madrugón, se olvida momentáneamente de su cuello. Creo que Freud atribuía esta actitud en apariencia absurda a la necesidad de economizar emociones. El actual Papa confirma la teoría. Mientras el mundo se debate entre el hambre, la sequía, el sida, el calentamiento global y las desigualdades económicas, él corre al otro extremo de la Tierra para prevenir a la gente sobre el uso del preservativo.

Y es eso, que si te obsesionas con una tontería, te olvidas de todo lo demás. Dice un refrán que cuando el diablo no tiene nada que hacer con el rabo mata moscas. Y no es que el diablo no tenga nada que hacer, pues el mundo está lleno de almas en venta. Son tantas que quizá el diablo, agobiado por esa carga de trabajo, combate su angustia laboral, su estrés, matando moscas, que no conduce a nada. Cualquier indocumentado, en fin, puede condenar el uso del condón, pero sólo unos pocos son capaces de dar respuestas a las grandes preguntas. Si yo tuviera que elegir entre escribir un informe de diez páginas sobre el conflicto de Oriente Medio o uno de qunientas sobre el condón, me quedaría con el del condón. Está chupado, sobre todo si te piden que escribas a la contra. Benedicto XVI congrega a multitudes allá donde se manifiesta contra el preservativo porque se trata de un asunto menor (el botón de la camisa) en relación a los problemas que nos afectan.

Ahora llevamos varios días obsesionados con la novia del presidente del Banco Mundial, que no digo que no sea un incordio, aunque se trata de un inconveniente microscópico comparado con las cuestiones que tiene que resolver ese banco, el primero de ellos para qué sirve. Pero al obcecarnos con un lío de faldas sin sustancia, nos ahorramos el esfuerzo intelectual que supone la formulación de las grandes preguntas que cabría hacerse acerca de esa institución ecuménica. Total, que a ver si llevo la corbata al tinte.