domingo, 30 de noviembre de 2008

La vida del artista

Este fue mi segundo fin de semana sintiendo la vida del artista, jeje al menos así es como me gusta pensarlo a mi... me encanta vivir esta experiencia, siempre había querido ser artista -más que nada me veía como pintora de pequeñita- y ahora puedo sentir un poco cómo se vive siendo bailarina, y no una cualquiera sino además bailando un arte con un mundo tan complicado como es la danza del vientre... la verdad es que da mucho que hablar...
Volví a los dos restaurantes donde fui el fin de semana anterior y, aunque el balance de todo es definitivamente bueno, lo cierto es que la vida del artista no es fácil! Como os conté es casi imposible llegar puntual al segundo restaurante, y no pude llegar puntual de nuevo. Si no hubiera habido ningún error hubiera llegado a las 9.05 pero gracias a los nervios añadidos y las prisas hicimos la tontería de decirle al GPS que nos llevara al centro de la calle en lugar de poner el número, pensando que una vez en la calle no tendríamos problemas para situarnos... el problema es que esa calle tiene un trozo en el que se le podría llamar 'calle' y otro en el que más bien parece una 'autopista en medio del bosque'... y el centro de la calle está en el segundo trozo, a 3km. de donde teníamos que ir...
Cuando vi que habíamos llegado a la destinación y nos encontrábamos en una especie de autopista rodeada de árboles casi me da un pasmo!! Ahora me río, ¡menos mal! Pero sí, llegué tarde otra vez y me llevé un poquito de bronca de la jefa, así que no creo que me quieran de nuevo en su restaurante...
De todos modos me alegro de haberme quitado este peso de encima, prefiero hacer cosas para las que estoy segura de que puedo llegar puntual y no tener que preocuparme de hacer acrobacias para llegar a la hora a un sitio...
De todo hay que sacar algo bueno, y de esto será que al rectificar en el camino descrubrimos un lugar precioso, que da a un entrante del mar y que nos hemos quedado con ganas de explorar... Por otro lado, y a pesar de todo, la experiencia con el público en los dos sitios fue muy positiva, creo que se lo pasaron bomba... del primer restaurante me quedo con una señora chinita de unos 50-60años que me sonreía de oreja a oreja y me miraba aunque estuviera en la otra punta del restaurante. En seguida noté que disfrutaba muchísimo y cuando la saqué a bailar conmigo no se lo pensó ni un momento, algo que no es nada común porque veo clarísimo que la reacción del 99,9% de la gente es decir que no y mostrarse tímida durante el primer momento, hasta que se les convence entre yo y sus acompañantes.
Y del segundo me quedo con una gran familia de la que salieron a la vez 4 jovencitos, un chico y 3 chicas, y un señor mayor... fue genial bailar con todos a la vez y sobre todo ver al señor bailando con mi bastón :D
Además tengo suerte de tener a mi profe que me guía en todo lo que hago y ya me ha dado consejos para poder ir más rápido en cuanto a las actuaciones. Y por ahora sigue confiando en mí y mi agenda está felizmente ocupada :D esta noche de lunes vuelvo a la carga en el restaurante hindú, !esperemos que todo vaya bien!

2 comentarios:

Jose dijo...

Que vaya muy bien, ya verás como sí!!
Si las cosas se hacen con buena intención y responsabilidad, pues igualmente a veces no se puede evitar que algo salga mal, en ese caso lo mejor es aprender e intentar que no vuelva a pasar, sacar algo positivo como tú hiciste, eso es todo!
Un besitoooo!
Jose

pequeño saltamontes dijo...

¡Guapa! Ya te veo llena de shows y con la agenda apretada como lo que eres, una verdadera artista. A ver si Toshi y yo tenemos la suerte de poder verte un día en directo.

T'estimo!

Cris